Tomar un objeto
metálico, que generalmente c o n t i e n e cuatro dientes que finalizan en punta y
pinchar una sustancia sólida que puede ser de origen animal o vegetal mas
comúnmente conocida con el nombre de
c o m i d a y
mientras la mano (esa parte del cuerpo que esta en dos de
nuestras extremidades, formada por 5 d e d o s y una palma, sirve para agarrar o b j e t o s ,
rascarnos donde pica, etc) asciende agarrando el tenedor con esa
sustancia, abrir la boca (apertura que
esta entre la n a
r i z y la barbilla del ser
humano, que también es el primer órgano que participa del sistema digestivo) no una
apertura completa, sino media, o mas bien tres cuartos, introducir ese objeto, cerrar del todo la boca, arrastrar los
d i e n t e s sobre la superficie del metal,
para así extraer el a l i m e n t o, realizar la acción inversa , es decir
sacar el tenedor, mientras con la mandíbula realizamos m o v i m i e n t o s,
en los cuales los molares trituran la comida mientras se segrega una gran
cantidad de saliva o b a b a que
facilita el proceso que viene inmediatamente después en el que actúa la l e n g u a
para enviar hacia atrás el bolo alimenticio, mientras la traquea realiza un
pequeño movimiento al que se lo llama tragar. Después, que si la comida
estaba rica, que si me atore con el a g u a , que si le falta sal, o la carne esta dura, que si mientras yo
como otro no come, que comer genera energía, que la e n
e r g í a sirve para movernos, que moverse es verdaderamente necesario
en estos t i e m
p o s veloces, que hoy la cebolla no nos gusta y mañana la comemos
cruda, que para preparar eso que me llevo al estomago se utilizaron c u c h i l l o s,
que estos son objetos que pertenece al rubro tenedoril, que si eso que comimos
despierta algún recuerdo de la
i n f a n c i a, que los r e c u e r d o s
no están tan enterrados como creemos, que la conciencia no radica en la culpa,
que la c u l p a
es un invento de un señor con nombre y apellido, que si vemos todo alrededor y
aun así, tenemos que pedirnos disculpas, perdones, a nosotros mismos, y al f i n y al cabo
que para ser consciente en todo momento, es necesario saber primero y
ante todo que uno va por la v i d a actuando inconscientemente